Tras el lanzamiento de Provincias Unidas, el gobernador de Santa Fe se puso otro traje. Corte a la provincialización. Dos cartas en la mano para 2027.
Maximiliano Pullaro se lanzó. Tras el anuncio del frente Provincias Unidas, el gobernador de Santa Fe dejó el pago chico para jugar en otra arena, en una más grande, de mayor superficie. Con una chance de reelección bajo el brazo, el mandatario radical quiere ser el arquitecto del armado federal. ¿Constructor nacional o algo más para 2027?
La vuelta de Maximiliano Pullaro a Buenos Aires
Pese a aquellos antecedentes, esta semana dio dos entrevistas. Rompió el silencio fuera de la provincia y soltó la verba. Dialogó por Luis Novaresio y Eduardo Feinmann y dejó tres sentencias que resonaron en toda la política, no solo la santafesina: “El próximo presidente va a salir de este espacio”; «Néstor Kirchner fue el peor presidente de los últimos 40 años» y “estoy muy cómodo en el lugar donde estoy”.
Ingeniero del armado de los gobernadores
Integrar Provincias Unidas obliga a Pullaro a jugar de otro modo. Desde su propio gobierno, un mes atrás, se filtraba que su espacio político competiría en octubre en Santa Fe con un segunda línea, una figura de bajo calibre. El anuncio del nuevo armado le requirió apostar a fondo. Por ese motivo, luego de sondear a más de un outsider, le propuso la cabeza de la lista a la vicegobernadora Gisela Scaglia.
Pedirle a su compañera de fórmula que sea diputada es una movida de alto voltaje político. Sería muy extraño que la presidenta del PRO provincial no accediera a la banca, por lo que es muy probable que en diciembre renuncie al rol para el que fue elegida en 2023. Para la provincia es una jugada tan insólita como potente. Se prepara el traje el senador radical Felipe Michlig.
El cambio de la piel, para Pullaro, es darle a Unidos, el frente oficialista santafesino, otro tono, otra característica. Hay que ir a buscar a los libros si el Frente Progresista, aquella sociedad entre el socialismo, la UCR y otros, liderada por gobernadores del PS, se permitió armar alguna vez una lista encabezada por un dirigente que no fuera del mismo partido que el jefe de la Casa Gris. Eso también es insólito para Santa Fe.
Un armado solidario en Santa Fe
Pullaro, el radical, le dio el puesto uno de la boleta al PRO y el número dos al socialismo. Su partido se quedó con el tercer lugar. Impensado e increíble hasta una semana atrás. El gobernador que va por todo, ambicioso, voraz, relegó a sus correligionarios en una movida que debe haber descolocado a más de uno.
Como hizo Martín Llaryora en Córdoba, que en 2023 le cedió la vicegobernación a una figura radical y la viceintendencia de la capital al entonces titular del PRO, el mandatario santafesino va ensanchando los límites de su esquena de contención. Así debería leerse también su acercamiento con intendentes peronistas que no comulgan con el kirchnerismo.
Con todo, Pullaro dispone de un as en la manga en su carrera a 2027. Por un lado, marca la cancha al deslizar que él no será el candidato a presidente que propondrá Provincias Unidas. Sin embargo, quiera o no, tiene detrás suyo todo un entramado que lo alienta a bucear la posibilidad. YPor el otro, sabe que en unos días la Convención reformadora le habilitará la reelección y, si lo desea, puede ser el primer gobernador en la historia de Santa Fe en completar dos mandatos consecutivos.
De optar por la segunda opción, la más probable, Pullaro, siempre y cuando gane en 2027, podrá calzarle otro color a su gestión. Porque luego de querer poner un presidente, no podrá vender solo provincialismo. Será otro Pullaro, ambicioso, pero con otra piel. Una nueva, otra más.