Del desarrollo científico y la industria nacional a la subordinación externa como política de Estado
Por © Daniel Baldomir
La Argentina atraviesa una coyuntura histórica que excede cualquier debate coyuntural de gestión económica. Lo que hoy está en juego es la soberanía nacional entendida en su sentido más profundo: la capacidad de decidir un rumbo propio, de sostener un modelo productivo y de preservar herramientas estratégicas construidas a lo largo de décadas.
Durante años, el país logró desarrollar una matriz industrial, científica y tecnológica que lo posicionó como referente regional. La producción con valor agregado, el fortalecimiento del sistema científico y la capacidad de colocar satélites en el espacio no fueron hechos aislados, sino parte de un proyecto de país que apostaba al conocimiento, al trabajo argentino y a la autonomía estratégica.
Ese camino hoy se encuentra en franco retroceso. El actual gobierno impulsa un modelo que desmantela el entramado productivo, debilita la industria nacional y desfinancia áreas clave de ciencia y tecnología. Bajo el discurso de la “libertad de mercado” y el ajuste fiscal, se consolida una dependencia cada vez mayor de los Estados Unidos y de los organismos financieros internacionales, a quienes se les cede poder de decisión sobre políticas públicas esenciales.
La entrega de lo soberano no se expresa únicamente en acuerdos internacionales o alineamientos diplomáticos automáticos. Se manifiesta, sobre todo, en la renuncia a desarrollar capacidades propias, en el desprecio por el Estado como actor estratégico y en la idea de que el país debe limitarse a exportar materias primas mientras importa tecnología, conocimiento y decisiones.
No se trata de una discusión ideológica menor ni de una grieta partidaria. Es un debate de fondo sobre qué Argentina se quiere construir: una nación industrializada, con ciencia y trabajo, capaz de integrarse al mundo desde una posición digna; o un país subordinado, dependiente y sin proyecto nacional. En ese dilema, la soberanía no es una consigna abstracta: es el límite que hoy se está cruzando.


