Carlos Mugica fue un sacerdote que tuvo un rol muy relevante en las décadas del ’60 y el ’70, y lo asesinaron al término de una misa. Su historia y el trágico final.
Carlos Francisco Sergio Mugica Echagüe nació el 7 de octubre de 1930 en Villa Luro, ciudad de Buenos Aires, en el seno de una familia de la aristocracia argentina. Sin embargo, su vida tomó un rumbo diferente al que muchos esperaban, ya que su compromiso con los más necesitados lo llevó a convertirse en uno de los sacerdotes más influyentes de la década del ’60 y ’70.
Luego de terminar sus estudios secundarios en el Colegio Nacional de Buenos Aires, Carlos Mugica comenzó la carrera de derecho, pero pronto la abandonó para ingresar en 1951 al Seminario Metropolitano de Buenos Aires. Ocho años más tarde, el 20 de diciembre de 1959, fue ordenado sacerdote en la Catedral de la ciudad de Buenos Aires.
Comenzada la década del 60, Mugica se desempeñó como asesor espiritual de la Juventud Estudiantil Católica del Colegio Nacional de Buenos Aires y de la Juventud Universitaria Católica de la Facultad de Medicina. Allí formó a jóvenes que posteriormente se sumarían a la Tendencia Revolucionaria de la Juventud Peronista y a la agrupación Montoneros.
En 1967, Carlos Mugica se integró al Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo, una corriente renovadora dentro de la iglesia católica con un profundo compromiso con la realidad social y política de América Latina. Desde entonces, se enfocó en la lucha contra la pobreza y la exclusión social.
La mayor parte de su trabajo comunitario lo realizó en la Villa 31, en el barrio porteño de Retiro, donde había sido nombrado párroco de la Capilla del Cristo Obrero. En los primeros años ’70, Mugica junto a sus compañeros y colaboradores inició lo que se conocería luego como movimiento de curas villeros, una organización que buscaba mejorar las condiciones de vida de los habitantes de las villas miserias.
Cómo murió Carlos Mugica
Carlos Mugica se destacó por su labor solidaria en la Villa 31, donde se dedicó a la construcción de viviendas, la creación de comedores populares y la organización de actividades culturales y deportivas para los jóvenes. Además, promovió la organización de los vecinos para que lucharan juntos por sus derechos y denunciaran las injusticias de las que eran víctimas.
Sin embargo, su compromiso con los más necesitados también le trajo enemigos poderosos. El 11 de mayo de 1974, a las puertas de la iglesia de San Francisco Solana, en su barrio natal de Villa Luro, Mugica fue asesinado por integrantes de la organización armada paraestatal Alianza Anticomunista Argentina (Triple A).