Efecto precio: cayó la actividad del agro pero sus ganancias fueron extraordinarias

Mientras el Agro presiona al Gobierno para cambiar el esquema de liquidación de la soja y mejorar sus beneficios vía tipo de cambio, un informe del Indec reveló cómo el sector logró extraordinarias ganancias sin mostrar mejoras en su productividad.

Mientras el Agro presiona al Gobierno para cambiar el esquema de liquidación de la soja y mejorar sus beneficios vía tipo de cambio, un informe del Indec reveló cómo el sector logró extraordinarias ganancias sin mostrar mejoras en su productividad. A contramano de lo que pasó con el resto de las actividades económicas durante el primer semestre, en el agro hubo resultados negativos.

La actividad económica creció 1,1% durante junio y en la comparación interanual el crecimiento fue del 6,4%. Respecto de diciembre, se acumuló un crecimiento del 1,4%. La excepción al crecimiento generalizado fue el Agro, el cual acumuló cinco meses consecutivos de caída interanual de la actividad. Así, en junio la variación fue de -5%.

Al mismo tiempo, en el primer semestre del año, el nivel general del Índice de precios de las exportaciones aumentó 17,9% para los productos primarios, pero las cantidades exportadas se redujeron 9,5%. A su vez, las manufacturas de origen agropecuario registraron un incremento del 20,1% en cuanto a precios, pero las cantidades disminuyeron 7,9%.

Baja producción, pero ganancias récord

A pesar de la caída en la producción, los resultados del sector reflejaron una cara totalmente distinta y revelaron que la suba generalizada de precios internacionales fue capitalizada por el sector. Las cadenas agroindustriales generaron un ingreso de U$S 31.000 millones en el primer semestre del año, el más alto de la historia. Las cifras fueron difundidas por la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA).

La entidad difundió su informe semestral «Monitor de Exportaciones Agroindustriales», una radiografía que analiza 20 complejos bajo la luz de diez indicadores. De allí se desprende que ocho complejos se destacaron por haber aumentado sus exportaciones en dólares: trigo (105%), cebada (72%), girasol (62%), legumbres (55%), limón (44%), lácteo (38%), maíz (27%) y avícola (22%).

Si se agrupan los ingresos por cadenas, los cereales y oleaginosas explicaron el 92%, seguido por las economías regionales 2%, cadenas cárnicas con un 4%, lácteos 1% y el resto un 2%, detalló FADA. El informe destacó también que la Argentina ocupa el primer puesto a nivel mundial de exportaciones de harina y aceite de soja, aceite y jugo de limón, porotos y maní. Además, el país es el segundo exportador mundial de yerba y maíz, tercero en leche en polvo, cuarto en peras, poroto de soja y aceite de girasol y quinto con camarones, langostinos y lanas.

«Si seguimos con la lógica de los podios y rankings también hay que mencionar las escaladas que tuvimos: con el complejo arroz pasamos del puesto 16° al 15, con el avícola del 11° al 10°, con la leche en polvo pasamos del 4° puesto al 3° y con el aceite de girasol también pasamos de ser 5° en el mundo a ocupar el 4° puesto», resaltó FADA.

El Agro no liquida y presiona al Gobierno

En una semana donde se esperan anuncios, el secretario de Agricultura, Juan José Bahillo, reafirmó la necesidad de «reformular» el instrumento para acelerar el ritmo de liquidación del agro tras los magros resultados que mostró la implementación de esa medida. El funcionario brindó estas declaraciones al exponer en el marco de un congreso internacional organizado por Coninagro.

«La herramienta no fue efectiva ni asertiva porque la liquidación fue muy poca», aseguró Bahillo en la jornada que se llevó en el auditorio de la Universidad Católica Argentina, en Puerto Madero. El funcionario expresó que el instrumento lanzado por el Banco Central -que permite a los agricultores que liquiden soja antes del 31 de agosto acceder con el 30% del pago recibido por su mercadería en dólares a valor oficial y con el restante 70% a un plazo fijo atado al avance del tipo de cambio- no incentivó una mayor liquidación de divisas.

«Las condiciones macro se estabilizaron y hay una previsibilidad que en julio no había, pero no estamos teniendo liquidaciónTenemos que reformular esta herramienta y estamos trabajando«, sostuvo el funcionario ante ese auditorio, al tiempo que destacó la importancia de «crear condiciones atractivas para el sector liquide e ingresen divisas». En referencia a las conversaciones que equipos técnicos del Gobierno y de las entidades que conforman la Mesa de Enlace, aseveró: «Nos piden generar las condiciones. No vamos a negar que necesitamos que el campo liquide».

De hecho, en su exposición, Bahillo apuntó que «los técnicos dejaron planteado claramente que el sector necesita una mejora del tipo de cambio» y que esto se contempla. Fuentes de las entidades sostuvieron que también desde el sector privado se planteó una nueva proporción para acceder a una mayor cantidad de dólares, aunque no ahondaron en porcentajes, como tampoco dieron mayores detalles en cuanto a cuál sería esa «mejora en el tipo de cambio».

Otro de los puntos que intranquiliza al sector es que el Gobierno modificaría el régimen de admisión temporal de importaciones. La operatoria permite traer insumos sin pagar impuestos, agregarle valor y luego exportarlo. Ese proceso originalmente abarcaba 180 días, que se podían extender a otros 180. Hoy se da en 365 días, con otros 365, por lo que los dólares que se utilizan recién se vuelven a ver en dos años.

Según pudo saber este medio, se publicará como resolución en las próximas 72 horas que recortará este plazo a 120 días, con posibilidad de ampliar a otros 120, pudo confirmar este medio. Estos ocho meses no resultan caprichosos, sino que fueron evaluados como un plazo razonable por parte de los equipos económicos. Se dará, además, un control ex ante y una evaluación de balance ex post, en lugar de sólo aguardar a la certificación en destino.

Las importaciones temporales entre enero y julio ascendieron a US$ 3.086 millones. Más de la mitad, en concreto US$ 1.633 millones, se explica por el poroto de soja que después se transforma en aceite, un producto que hasta 2016 estaba prohibido para esta modalidad.

Fuente: El Destape

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