La iniciativa presentada por Parrilli ya tiene media sanción del Senado. Se estima que hay más de 100 mil millones de dólares de argentinos en los bancos norteamericanos.
El acuerdo entre Cristina Fernández y Sergio Massa parece estar funcionando. Hay un segundo dólar soja, que otra vez va a beneficiar a uno de los sectores más acaudalados del país, pero también hay acuerdo con Estados Unidos para recuperar dólares evadidos y un rol más activo de la Aduana en el control de la evasión de granos.
Todo apunta a enfrentar la nueva corrida cambiaria en los dólares paralelos. En este triángulo de poder, el presidente Alberto Fernández quedó a cargo de los anuncios sociales.
A Massa y su sed de divisas en medio de la sequía del Banco Central, le viene bien el ingreso de dólares que pueden llegar a beneficiar, además del tipo de cambio, a la recaudación. Tiempo pudo saber que si bien la AFIP, a cargo del cristinista Carlos Castagneto, será la encargada de perseguir a los evasores en EE UU, desde el organismo aclararon que sólo se encargan de las cuestiones más técnicas, ya que el aspecto de la negociación política lo lleva Massa en persona.
A fines de octubre el ministro se reunió con el senador estadounidense Bob Menéndez en su casa. Cerró los detalles del acuerdo de intercambio de información fiscal entre la AFIP y el Internal Revenue Service (IRS), que entraría en funciones recién en septiembre de 2023 y apunta a recaudar unos 5000 millones de dólares provenientes de titulares de cuentas bancarias, cuyo monto total estiman en alrededor de 100.000 millones de dólares no declarados, depositados en bancos norteamericanos.
Para la urgencia actual, salió el «dólar soja dos» hasta el 31 de diciembre, que según explican en el ministerio de Economía se actualizó por inflación. Aseguran que el acuerdo del gobierno con las cerealeras tiene un piso garantizado y firmado de 3000 millones de dólares. Desde el punto de vista fiscal, el gobierno se asegura el cumplimiento de la meta de reservas que, se espera, superen un 15%. «Esto termina siendo un financiamiento sin necesidad de emisión», aseguraban en Economía.
En este escenario, Alberto Fernández almorzó con Massa el viernes al mediodía y luego caminaron juntos hasta Rosada. El presidente se mostró recuperado y desde su despacho tienen la intención de comunicar los anuncios sobre política social que encaran para este fin de año en el que no habrá suma fija, como quería CFK.
El presidente estuvo en los anuncios del aumento del Salario mínimo, vital y móvil, del 20% , que pasará de 57.900 a 69.500 pesos en marzo y suma una suba interanual del de 110%. A eso le agrega el 40% de aumento para la Tarjeta Alimentar que llega a más de dos millones de familias. El presidente también se mostró en el anuncio del aumento de las jubilaciones. Además quiere capitalizar los datos del fin de semana largo en el que un millón y medio de turistas se movilizaron por todo el país, debido al impacto del Programa Previaje, cuyos registros presentan números mayores que en el 2021 y antes de la pandemia. De acuerdo a la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), el impacto económico superó los $ 27 mil millones de pesos. Estos datos anticipan un verano récord.
Desde Rosada le disputan a Economía la paternidad de los datos de exportaciones récord, que llegan a los 75.144 millones de dólares este año. Ya superan en U$S 10.000 millones las cifras de todo el 2019 y representan un 15,3% más que las exportaciones del mismo periodo de 2021. Exhiben que la balanza comercial dio un superávit de 1827 millones de dólares, el más alto desde agosto de 2021 y las cantidades exportadas de origen industrial crecieron 15,5% interanual.
Habrá que ver esta semana si Massa pasa el examen de los capitales financieros especulativos que intentan por segunda vez en el año erosionar la confiabilidad precaria que existe. Por lo pronto es el único dirigente que mantiene acuerdos con los otros dos vértices del triángulo, lo que le da una centralidad política que no había tenido hasta el momento.