Search
Close this search box.
Search
Close this search box.

Juntos por el Cambio se retiró del recinto y no pudieron tratarse proyectos de interés social

El temario de la sesión incluía el nombramiento de jueces para Santa Fe y Córdoba, la Ley Lucio, la Ley de Alcohol Cero al volante y el Certificado Único de Discapacidad, entre otros proyectos. Juntos por el Cambio y Unidad Federal exigieron que las propuestas presentadas por el oficialismo se postergaran dos semanas y, ante la negativa, dejaron al Senado sin quórum. El objetivo político fue mostrar que, tras la división del bloque, el Frente de Todos ya no tiene el control de la Cámara alta. «Buscaron imponer una agenda caprichosa y alejada de la gente, por intereses mezquinos”, cuestionaron los legisladores del FdT. Familiares de víctimas de accidentes de tránsito y de Lucio Dupuy repudiaron la suspensión de la sesión.

La oposición dejó sin quórum al Senado y frustró la sesión que iba a tratar la designación de jueces federales en Santa Fe -que ellos mismos habían solicitado-, así como la Ley Lucio y la de Alcohol Cero al volante, entre otros proyectos. Juntos por el Cambio reclamó en el recinto que los temas propuestos por el Frente de Todos –a pesar de reunir consenso mayoritario– se postergaran para una hipotética sesión dentro de dos semanas y que solo se pusieran en consideración los solicitados por las bancadas opositoras. Tras acusaciones cruzadas por aspectos reglamentarios y sin los números para imponerse, JxC arrastró al bloque Unidad Federal a abandonar el recinto, en el medio de gritos, la resistencia de algunos legisladores y las sospechas mutuas entre opositores. El objetivo del interbloque del PRO y la UCR era político: mostrar que el FdT y la titular del cuerpo, Cristina Fernández de Kirchner, perdieron el control de la Cámara alta. El éxodo opositor fue duramente cuestionado porque impidió el debate de proyectos de interés social, incluido el Fortalecimiento de la Justicia Federal y provincial de Santa Fe en la lucha contra el narcotráfico, una iniciativa que Diputados aprobó por inmensa mayoría y sin votos en contra. Desde el FdT afirmaron que “la oposición buscó imponer una agenda caprichosa y alejada de la gente, por intereses políticos mezquinos”.

Sesión efímera y caliente

La sesión había arrancado con 70 senadores (sobre un total de 72) sentados en sus bancas. Cuando comenzaban las discusiones sobre el temario de la convocatoria, el senador santafesino Marcelo Lewandowski (FdT) pidió el acompañamiento del cuerpo para tratar sobre tablas el proyecto de Fortalecimiento de la Justicia en su provincia, aprobado esta semana en la Cámara baja casi por unanimidad.

Pero rápidamente, JxC salió al cruce con la estrategia que había terminado de definir antes de la sesión. El radical mendocino Alfredo Cornejo, que preside el interbloque, fue el encargado de exponerla: reclamó que se trataran solamente los pliegos de jueces para Santa Fe y Córdoba y el Plan Nacional para prevenir maltrato infantil, conocido como Ley Lucio. Y que el resto del temario se pospusiera hasta una posible sesión el 13 de abril.

Desde las gradas, el planteo de Cornejo fue recibido con el abucheo de los familiares de víctimas de accidentes de tránsito, que esperaban el tratamiento de la ley de Alcohol Cero al volante. Fuera del recinto también repudiaron la propuesta las organizaciones que promueven el proyecto para declarar idioma nacional la Lengua de Señas.

El jefe de la bancada del FdT, José Mayans, rechazó la moción de la oposición y la instó a “trabajar”. Recordó que la Cámara ya había estado paralizada por la decisión de JxC de suspender toda actividad por el juicio político a la Corte Suprema en Diputados y que supuestamente esa decisión había sido revisada. Tras la ruptura de cuatro senadores que dejó al FdT lejos del quórum propio, Mayans también le pasó facturas a JxC por la falta de trabajo en las comisiones y les reclamó: “Este año vengan, ya que van a lucir su mayoría, lúzcanla”.

El salteño Guillermo Snopek, uno de los cuatro senadores que rompió con el oficialismo y que preside UF en sociedad con la cordobesa Alejandra Vigo (esposa del gobernador Juan Schiaretti), expresó su preocupación por la demora en tratar muchos de los proyectos importantes pendientes pero ratificó que el temario a tratar debería ser el que propuso su bloque. Así mostraba que acompañaría a la alianza del PRO y la UCR, pese a que JxC había desechado tratar la baja en las facturas eléctricas que UF impulsa.

La presidenta de Unidad Ciudadana, Juliana Di Tullio, se refirió al pedido de Cornejo, como el deseo de “impedir” el tratamiento de la mayoría de los temas previstos y aludió al lobby de la industria vitivinícola: «Hay una cruzada contra la ley de Alcohol Cero y no lo vamos a permitir”. El rionegrino Alberto Weretilneck (JSRN) solicitó mantener el temario previsto, porque “no hay ningún motivo para no tratar hoy esos proyectos que tienen dictamen de comisión”. La riojana Clara Vega (CFCR) reclamó respetar el temario y las personas que esperaban su tratamiento. El jefe del bloque de la UCR, Luis Naidenoff, propuso que se votaran las propuestas de Cornejo y Snopek. Mayans recordó que el “apartamiento del reglamento” requería una mayoría de dos tercios. El macrista Humberto Schiavoni, argumentó que solo se cambiaba “el orden de prelación de los temas”, a pesar que excluían a la mayoría de los proyectos.

La presidenta provisional del Senado, Claudia Ledesma Abdala –que ante la falta de acuerdo había incluido en la sesión todos los temas pedidos por oficialistas y opositores– insistió en la necesidad de contar con una mayoría agravada para aprobar la propuesta opositora. “Es la decisión de Presidencia”, dijo una y otra vez, ante los gritos de Cornejo. “Bueno, denúncieme si cree que no tengo las facultades”, cerró frente a las amenazas del radical mendocino.

Resistencia y sospechas

El éxodo opositor no estuvo exento de cruces entre los opositores, muchos de los cuales no querían que la sesión se cayera. Naidenoff negoció con Snopek para vaciar el recinto y el jujeño convenció a los restantes miembros de UF (con la excepción de la puntana Eugenia Catalfamo, ausente). El correntino Carlos Espínola fue el primero de los federales en abandonar el recinto; siguió la cordobesa Vigo y el último en retirarse fue el entrerriano Edgardo Kueider.

La especulación electoral estuvo presente. El cordobés Luis Juez, candidato a gobernador por JxC, se mantuvo en su banca hasta que vio que Vigo se iba: temía que el schiarettismo le apuntara por la postergación de la designación de jueces federales para la provincia. El radical porteño Martín Lousteau mostró cierta resistencia, preocupado por quedar pegado al rechazo de las leyes de Certificado Unico de Discapacidad permanente y de Alcohol Cero, que su bloque Evolución Radical impulsó en Diputados:  se mantuvo en su banca un rato en diálogo con Guadalupe Tagliaferri (PRO), mientras familiares de las víctimas de accidentes de tránsito gritaban desde las gradas -poco después, los mismos familiares hicieron desistir a JxC de realizar una rueda de prensa en el Salón de Pasos Perdidos-.

El objetivo político de JpC quedó plasmado en un comunicado posterior que titularon «Cristina Fernández de Kirchner perdió el control del Senado». Allí responsabilizaron al oficialismo de «convocar a sectores de la sociedad civil interesados y partícipes en estos proyectos de alta sensibilidad (…) con el único fin de utilizarlos y pretender condicionar la discusión». El mismo argumento utilizó UF.

Ya sin quórum, los senadores del FdT expresaron desde el recinto sus críticas a la oposición. Mayans sostuvo que la intención del oficialismo fue armar “una sesión de consenso”, pero la oposición eligió “una sesión de imposición” y, cuando no lo consiguió, “se fue del recinto, en lugar de cumplir con su obligación y trabajar para construir leyes a favor de la población”. “Les pedimos que reflexionen, en el país están pasando hechos graves y el pueblo argentino necesita saber qué piensan las fuerzas políticas”, dijo el formoseño.

La vicepresidenta del interbloque del FdT, la mendocina Anabel Fernández Sagasti, apuntó que la oposición “hace años que viene tratando de impedir que este Senado funcione” y hoy “JxC y UF no quisieron tratar varios temas”, como los pliegos de designación de cuarenta jueces federales para distintas provincias del país. “Lo que hicieron fue un papelón, una vergüenza. Lo positivo de todo esto es que se corrió el velo sobre cómo piensan y actúan. Hoy, demostraron lo que son: soberbia y mezquindad ante los temas que les importan a los argentinos y a las argentinas.”

Compartir