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La Bolsa de Rosario y las cerealeras festejan la presencia de Estados Unidos en la Hidrovía

¿Quién se beneficia con el acuerdo entre la Agencia de Administración de Puertos y el Cuerpo de Ingenieros del Ejército norteamericano? Las miradas recaen sobre Bunge, Cargill, Dreyfus, entre otras.

El alineamiento entre Argentina y Estados Unidos avanza sin reparos, a la vista de todos. La semana pasada, la Administración General de Puertos firmó un acta memorándum con el Cuerpo de Ingenieros de los Estados Unidos para un trabajo conjunto sobre la llamada Hidrovía. “Esta relación es un ejemplo perfecto de cómo nuestros países pueden conectar expertos técnicos para mejorar la gestión de nuestra infraestructura crítica”, sostuvo Marc Stanley, el embajador norteamericano en el país. No fueron palabras al azar. “Nuestra infraestructura crítica”, resaltó. El testimonio fue publicado por la Facultad de Ingeniería del Ejército argentino, que pertenece a la Universidad Nacional de la Defensa.

La embajada estadounidense también emitió un comunicado: “Tanto Argentina como Estados Unidos reconocen los objetivos compartidos de garantizar operaciones portuarias de vías navegables eficientes y transparentes en medio de dinámicas ambientales en evolución, incluyendo las realidades del cambio climático y la necesidad de mejorar las medidas de seguridad para combatir actividades ilícitas en las operaciones de vías navegables”.

Todo esto ocurrió días antes de la disertación que tuvo Stanley en el evento anual de la cámara que reúne los intereses de las empresas norteamericanas en el país (AmCham). Entre sus directrices, se les escuchó decir:

La Argentina es un país clave para asegurar la estabilidad en la región.
El sector privado tiene que dejarle en claro al gobierno cuáles deben ser las políticas públicas para su desarrollo.
No recuerdo otros momentos donde hayamos estado tan concentrados en Argentina como en los últimos dos meses. De hecho, (Antony), Blinken -secretario de Estado norteamericano- estuvo abocado a la supervisión del tema minerales críticos en últimas dos semanas.

El acuerdo entre la AGP y el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de Estados Unidos forma parte de una avanzada norteamericana en toda la región para el control (y por qué no apropiación) de los recursos naturales. En 2019 firmaron un memorándum similar en Paraguay.

Para Carlos Cruz, ex titular de la Unidad de Información Financiera (UIF) durante la administración del Frente de Todos e investigador sobre delitos económicos trasnacionales desde la década de 1970, debería existir una pregunta inicial, una suerte de guía o mapa, ante los vislumbrados escenarios complejos: ¿Quien se beneficia? ¿Quiénes son los beneficiarios finales?

“Nuestra infraestructura crítica”, afirmó Stanley. ¿De qué hablaba? ¿Cuál sería la infraestructura crítica para los Estados Unidos vinculada a la Hidrovía?

Tanto Cruz, como Luciano Orellano, autor del libro “Argentina se desangra por las barrancas del Río Paraná”, sostuvieron – en diálogo con El Destape– que todas las miradas deberían posarse sobre la Bolsa de Comercio de Rosario y las empresas que manejan los principales puertos que fueron privatización en la década de 1990: allí están las norteamericanas Cargill y Bunge; esta última se fusionó con Viterra (Glencore); la francesa Dreyfus; Aceitera General Deheza (Urquía – Acevedo), asociada con Bunge en Terminal 6; y la China Cofco, entre otras.

“La Argentina puede alimentar al mundo”, había dicho también Stanley durante su disertación ante la AmCham. Si Milei quiere llevar la Argentina a los tiempos de la colonia, ¿Estados Unidos querrá que el país siga siendo solamente proveedora de materias primas bajo una suerte de tutelaje?

Cerca, Rosario siempre estuvo cerca

La llamada «hidrovía» posee un total de 3.442 kilómetros; se extiende desde Puerto Cáceres, en Brasil hasta Nueva Palmira, en Uruguay, mientras que el tramo que se concesiona posee alrededor de 1.200 kilómetros (entre el kilómetro 1.238 del río Paraná y el kilómetro 239 del canal de Punta Indio, en el Río de la Plata). Dicha red vincula el tráfico de los ríos Paraná y Paraguay con el océano Atlántico a través del río de La Plata, por donde se despacha el 80% de las exportaciones agroindustriales nacionales. Pero su relevancia no solo pasa por el río; también todo lo que circula por rutas y caminos terrestres.

Para Cruz, todo lo que sucede sobre el eje del Paraná constituye una parte central del entramado de criminalidad económica vinculado a la Argentina y sus países limítrofes. Esto incluye al narcotráfico, la trata de personas, el manejo y apropiación de los recursos naturales.

“Es necesario optimizar los controles sobre el referido Corredor litoral y la Hidrovía, sus puertos y rutas terrestres, que desde hace décadas viene siendo utilizado para llevar adelante operaciones de narcotráfico, trata de personas, tráfico de armas alrededor de la zona de la triple frontera y contrabando de granos, aceites y harinas con países limítrofes”, aseveraba el ex titular de la UIF en febrero de 2021, momento en que Alberto Fernández había insinuado la posibilidad de crear una empresa estatal para el control de la hidrovía.

Ese proyecto nunca prosperó. ¿Quiénes se opusieron? La voz de enojo la marcó el llamado Consejo Agroindustrial Argentino (CAA), integrado por las principales cerealeras que operan sobre los puertos de Rosario, nucleadas en la CIARA – CEC. Las dueñas de los puertos privatizados. Las dueñas de las divisas, capaces de manejar el tipo de cambio cada vez que deciden no liquidar la cosecha.

El Frente de Todos reculó y abandonó la idea de una empresa estatal para el manejo de la red fluvial. Durante un tiempo, la UIF siguió solicitando información sobre los movimientos de cada uno de los puertos; quiénes eran sus verdaderos dueños; cómo eran sus movimientos diarios. No obtuvo respuestas. “Renuncié cuando me dijeron directamente que frenara con todo lo vinculado a la hidrovía», afirmó en diálogo con El Destape.

Para Orellano, quienes habían operado directamente en contra de la empresa estatal fueron Luis Zubizarreta (Dreyfus), Alberto Padoan (ex Vicentin) y Sergio Gancberg (Glencore – Viterra); también mencionó al Grupo Techint, con interés sobre el mineral de hierro que se extrae en Bolivia e ingresa al país por el Paraná.

El año pasado, Bunge firmó una fusión con Viterra a nivel global. En el país, la sociedad resultante – de ser aprobada por Defensa de la Competencia, si es que no es desmantelada por la administración Milei –  pasaría a manejar un 33% de las exportaciones de aceite, el 18% del mercado de granos de soja y el 19% de la comercialización internacional de cereales.

Todo tiene que ver con todo. Los principales accionistas de Bunge son BlackRock (9,18% de las acciones), Vanguard Group (13,22%); Capital World Investors (13,40%), entre otros. BlackRock Y Vanguard también son los dueños del litio en el país.

Línea de conducta

Los mecanismos de elusión fiscal de las grandes multinacionales cerealeras no son un mito. Existen. Para ello se valen de toda una arquitectura jurídica – contable global que les facilita el desfalco a los Estados. En el país, dicha arquitectura se perfeccionó con la Reforma del Estado de 1989 y las privatizaciones, donde se quebró la lógica de un Estado único con capacidad de control. De esta manera, se fragmentaron cada una de las áreas claves vinculada a los recursos detentados por las mismas empresas que se quedarían con los puertos.

“Con la arquitectura jurídica de Milei, vía el DNU y la Ley Omnibus, buscan un nuevo perfeccionamiento. No vale de nada gritar que el Ejército norteamericano desembocará en el país porque en realidad, lo harán de otra mañanera. Acá hay que discutir con las empresas que operan los puertos”, añadió un ex funcionario vinculado a las administraciones kirchneristas.

Nada de esto es nuevo. En 1979, el periodista Dan Morgan escribió el libro Los traficantes de Granos. La historia secreta del pulpo mundial de los cereales: Cargill, Bunge, André, Continental y Louis Dreyfus”. “Bunge vinculaba a la Argentina con la economía triguera mundial; y cuando había ganancias los agricultores eran por lo general los últimos en recibirlas… Daban el crédito al agricultor, le venden la semilla y le compran el grano. Y cuando las cosechas se han levantado, Bunge le vende al agricultor la cuerda para que se ahorque”, escribía Morgan. Cámbiese trigo por soja.

Bunge posee una causa en su contra en la que debería ser investigada por posibles maniobras de fraude contra la administración pública, delito de evasión agravada y un potencial lavado de activos. La causa penal tramita en el juzgado de María Eugenia Capuchetti y fue iniciada por la Fundación por la Paz y el Cambio Climático. La magistrada se opuso a que la UIF sea querellante.

Dichas empresas son cada vez más poderosas, con dueños cada vez más difusos y actividades cada vez más diseminadas. No es menor que las principales cerealeras del país y fabricantes de alimentos sean manejadas por BlackRock y Vanguard Group, fondos que esconden a los verdaderos dueños del capital global.

Nuestra infraestructura

La presencia del Cuerpo de Ingenieros de los Estados Unidos sobre la red fluvial del Paraná forma parte de una movida para obturar la presencia de otros jugadores. ¿China quizás? Con Milei a cargo del Poder Ejecutivo, los norteamericanos avanzan.

“No recuerdo otros momentos donde hayamos estado tan concentrados en Argentina como en los últimos dos meses”, aseveraba Stanley durante el evento de la AmCham mientras arengaba a los suyos a profundizar cualquier acción de lobby para que el Gobierno de Milei dicte las políticas públicas que ellos mismos necesiten.

El embajador también ratificó el extremo interés de acceder a lo que llaman minerales críticos, como el litio. Elon Musk lo quiere. Los Fondos BlackRock y Vanguard Group ya lo poseen. El intervencionismo norteamericano, siempre presente. Todo en nombre de la libertad.

Fuente: El Destape

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