Amplio repudio del Frente de Todos, desde el ministro de Justicia Martín Soria al diputado Leopoldo Moreau, Rodolfo Tailhade, la senadora Juliana di Tullio. Casa Rosada analiza alternativas con el límite de que la filtración salió de un hackeo ilegal. El Presidente sostuvo a sus más cercanos que los diálogos «son tremendos».
La filtración de un chat de jueces, exagentes de inteligencia y empresarios para tapar un vuelo en un charter privado a Lago Escondido causó un profundo repudio en todas las usinas del oficialismo. En Casa Rosada, el Presidente Alberto Fernández, vio los mensajes a los que consideró “tremendos”, según su entorno, desde donde anticiparon a este diario que están analizando las medidas a seguir con el límite de que se trata de un “hackeo ilegal” de conservaciones privadas. «Hay que ver cómo moverse con eso, pero estamos viendo de qué manera se puede accionar para denunciarlo y hacer todo lo que haga falta», sostuvieron. Entre los impulsores del grupo de telegram está el juez federal Julián Ercolini, factotum de la persecución a CFK y quién elevó sin pruebas la causa del juicio por Vialidad, quien aparece incitando a sus pares a buscar facturas truchas e inventar coartadas, como señaló este domingo el ministro de Justicia, Martín Soria.
«La primera reacción de estos jueces y camaristas fue plantar pruebas falsas y esconder la verdad. El Juez Ercolini, el mismo que elevó a juicio oral una causa armada sin pruebas como la de Vialidad, incitó a sus pares a buscar facturas truchas e inventar coartadas que justifiquen el cónclave secreto en el sur», dijo el ministro para quien “los chats posteriores al misterioso encuentro en Lago Escondido”, sostuvo, “constituyen la radiografía precisa de la podredumbre del lawfare en la Argentina». Alrededor de la vicepresidenta consideraron que “esto es una muestra cabal de un intercambio muy frecuente entre estas personas”, dijeron. “Lo que se observa es que es un comportamiento totalmente delictivo para tapar una dádiva. No hay mucho que opinar porque está todo ahí y es tremendo».
Los chat que se conocieron pertenecen a un grupo de Télegram creado el 17 de octubre pasado, luego de la primera difusión de la noticia que situaba a los jueces viajando en un charter a Bariloche y a la estancia del magnate inglés Joe Lewis, dueño de cientos de hectáreas en la Patagonia. El grupo de Telegram estaba integrado por quienes hicieron el viaje, entre otros: los jueces Julián Ercolini, Pablo Cayssials y Pablo Yadarola, también el ministro de Seguridad de CABA, Marcelo D’Alessandro; el exjefe de Legales de la SIDE, Tomás Reinke; Leonardo Bergot, también exmiembro de la secretaría de Inteligencia y empresarios del multimedio Clarin. Sus participantes se habrían dedicado a planear estrategias para falsificar pruebas sobre el viaje –revelado por Página12 en octubre–, como la creación de facturas truchas, entre otras, para impedir la investigación y la publicación en medios masivos de la información. También buscan coordinar posibles represalias ilegales contra funcionarios de la PSA, a quienes consideraron «sospechosos» de haber entregado la primera información del vuelo privado. «Dame el gusto de ir a buscarlo con un patrullero nuestro que lo hago cagar», dice uno de ellos sobre el director de la Policía aeroportuaria, José Glinski. En otro fragmento de los chats, hablan de un supuesto acuerdo con una fiscal de Bariloche con quién coordinaron y habrían dado instrucciones sobre cómo cerrar la causa.
«Es una muestra exacta de cómo la Justicia, los Medios y el macrismo le atan las manos a la democracia. Quienes deben impartir justicia no hacen más que conspirar por su propia impunidad y la de sus socios, además de perseguir al peronismo», dijo Soria y agregó que «dádivas, tráfico de influencias, encubrimiento, falsificación de documentos, prevaricato, y hasta eventuales tormentos y privaciones ilegítimas de la libertad. Los chats son una extraordinaria confesión de múltiples delitos».
Otro funcionario que se pronunció al respecto fue el diputado Leopoldo Moreau. Publicó en sus redes sociales el chat completo entre los jueces y funcionarios macristas y luego escribió: “Ahora se entiende el escándalo que Juntos por el Cambio montó en el Congreso. Lo único que preocupa a los jueces y fiscales a los que se escucha planificar delitos varios para tapar el delito de dádivas es qué podía pasar en el Consejo de la Magistratura. Tenían que proteger a quienes los protegen a ellos». Luego se preguntó: «¿Algunos bloques de la oposición habrán sido arrastrados a ese golpe institucional contra las autoridades de la Cámara sin saber qué había detrás?. Ahora, si escuchan y leen los chats, se van enterar. Hay que elegir entre la democracia o la mafia».
Di Tullio, en tanto, agregó: «Si creés que operan solo para que Cristina vaya presa, estás muy equivocado/a. Son los dueños de los y las dirigentas del PRO, los empleados de las empresas que suben precios y los que te van a meter en cana cuando vayas a protestar por lo tuyo».
El diputado Rodolfo Tailhade fue más tajante. Dijo que los chats que se conocieron este domingo «desnudan la impúdica connivencia entre jueces federales, funcionarios macristas, medios y servicios de inteligencia que nos cansamos de denunciar». Luego hizo un listado de los delitos que para él se cometieron: «El primero y más obvio es el cobro de una dádiva: fin de semana con viaje en jet privado, traslado en helicóptero y hospedaje pagado” por un medio. Especialmente escandaloso es el caso de Ercolini”, recuerda por el sobreseimiento en 2016 en la causa Papel Prensa. En segundo lugar subraya que «para encubrir este delito cometieron nuevos y más graves delitos que recuerdan a las películas mafiosas: extorsión a empresarios periodísticos y funcionarios, guionado de testigos, mentiras como coartadas, falsificación de documentos». Por último, resaltó que «como parte del encubrimiento traman armar una causa por “espionaje ilegal” (?) para apretar al funcionario que ellos suponen entregó la planilla del vuelo y presentar una denuncia a través de ‘una ONG o un tercero’. Lawfare al palo», describió.
La legisladora porteña, Victoria Montenegro, publicó los chats y dijo: «¿viste que a veces es difícil explicar el lawfare? Bueno, en este grupo de Télegram se explica solo. Complicidad judicial, política y empresarial. Cuanta impunidad!». Más corto fue el mensaje del ministro bonaerense, Andrés Larroque: «la que anda bien es la Justicia», dijo con ironía. La abogada Graciana Peñafort, por último, remarcó que «no se si me espanta mas el chat de los jueces que fueron a la patagonia o la certeza que muestran las editoriales sobre la condena a CFK por el mamarracho de la causa ‘Vialidad’ y pienso que todo es parte de un mismo sistema corrupto y acomodaticio que ya no sirve».