La última semana, marcada por altas temperaturas y falta de lluvias, impactó en las plantaciones de soja y maíz en el centro y norte de la provincia de Santa Fe. Se observaron desmejoramientos en las hojas y muerte de plantas.
La situación de la cosecha de soja de primera y de segunda, y de maíz tardío, es “irreversible” en el centro y norte de Santa Fe, luego de otra semana con altos registros térmicos y sin lluvias.
El informe semanal que elaboran el Ministerio de la Producción de la provincia y la Bolsa de Comercio de Santa Fe señaló que la comparación de imágenes de una semana a la otra mostró “el deterioro por los altos registros térmicos, las múltiples realidades de sus estados y la imposibilidad de revertirlos”.
El trabajo señala que “en un alto porcentaje de lotes se nota la alteración, desmejoramiento diario que se visualizó en síntomas comunes, como cambio de coloración de las plantas, muerte de ejemplares en aumento constante, distintos grados de impactos e innumerables efectos sobre los futuros rendimientos”.
En lo que refiere a la cosecha de maíz, esta semana se llegó al 75% de la superficie sembrada, lo que representa un adelanto intersemanal de 25 puntos, y rendimientos que continuaron “muy bajos”.
En la zona norte, departamentos 9 de Julio, General Obligado, Vera y norte de San Javier, los mínimos oscilaron entre 6 y 12 quintales por hectárea, los máximos entre 25 y 35 y hubo lotes puntuales de hasta 56.
En el centro, departamentos San Cristóbal, San Justo, Castellanos, Las Colonias y La Capital, los menores registros fueron de 8 a 20 quintales, los máximos de 30 a 45 con lotes puntuales de hasta 65.
En tanto, los registros de la zona sur, departamentos San Martín y San Jerónimo, tuvieron mínimos de entre 18 y 22 quintales, máximos de entre 32 y 45 con lotes puntuales con hasta 80.
En cuanto al algodón, esta semana continuó la aplicación de defoliantes a los cultivares para su posterior recolección, en tanto la cosecha avanzó lentamente en las parcelas defoliadas.
Los rendimientos fueron muy similares a los de la semana anterior, con mínimos de 500 kilogramos por hectárea y máximos de 1.100 kilos, obtenidos en parcelas en las que las precipitaciones fueron regulares durante todo el ciclo del cultivo.
El informe recordó que, por las condiciones de estrés hídrico y térmico, los algodonales tuvieron un retraso en las etapas fenológicas, con disminución en el desarrollo de las estructuras y altura de las plantas.