Reconquista: La decisión de Vallejos, el repudio y la promesa del Peronismo de reventar las urnas

El intendente Amadeo “Enri” Vallejos desató un escándalo político al respaldar públicamente a la vicegobernadora y candidata de Provincias Unidas. Tres veces electo por el voto peronista, ahora enfrenta repudios, pedidos de renuncia y una crisis interna en su gabinete. El PJ departamental lo desautorizó y advierte que “el partido no es una sola persona”.

El intendente Amadeo “Enri” Vallejos, tres veces electo por el peronismo, reconoció públicamente su apoyo a Gisela Scaglia, actual vicegobernadora y candidata de “Provincias Unidas”. La decisión generó un terremoto político en Reconquista: repudios, documentos partidarios, insultos en redes y la posibilidad de renuncias en su propio gabinete.

El impacto político fue inmediato. En una ciudad donde el peronismo logró sostener el gobierno local durante tres gestiones consecutivas, las declaraciones del intendente Amadeo Vallejos provocaron un auténtico sismo. El dirigente, oriundo de Goya (Corrientes) y presidente del PJ de Reconquista, confirmó que votará a Gisela Scaglia, la candidata respaldada por el gobernador Maximiliano Pullaro. Lo hizo con una crudeza inusual: “El Partido Justicialista cedió su conducción a Ciudad Futura, y Agustín Rossi nunca nos representó”, dijo ante los medios locales.

Las repercusiones fueron explosivas. Militantes históricos, referentes barriales y dirigentes medios del PJ expresaron su indignación por lo que consideraron una “traición política”. En redes sociales abundaron los insultos, los comunicados internos se multiplicaron y varios funcionarios del gabinete municipal analizan su salida. Un peronista de peso en Reconquista lo resumió así, en diálogo con este medio:

“Este goyano HDP tuvo cargos y ocupó tres veces la intendencia por el voto de los peronistas. Ahora desconoce a quienes lo llevaron hasta ahí. Cuando necesitó ayuda, los fue a buscar; ahora, los desconoce”.

Un apoyo que cruzó los límites partidarios

Vallejos no sólo reiteró su apoyo a Scaglia, sino que defendió su postura bajo el argumento de que se trata de una “opinión personal”. Aseguró que no está haciendo campaña, aunque admitió que su vínculo con la vicegobernadora es de larga data: “La conozco hace más de veinte años, cuando era funcionaria en un gobierno justicialista nacional”, explicó.

En su declaración, el intendente también justificó su decisión en un marco más amplio: la creación de un nuevo grupo de intendentes justicialistas que, según dijo, trabaja junto al gobernador de Córdoba, Martín Llaryora, en el espacio Provincias Unidas, con la intención de construir un “diálogo federal y superador”.

Sin embargo, la lectura política dentro del peronismo santafesino fue otra: su posicionamiento significó una ruptura abierta con el Partido Justicialista, justo en la antesala de las elecciones legislativas del 26 de octubre.

Rechazo del PJ y documentos en cadena

La respuesta del Consejo Ejecutivo Departamental del PJ del General Obligado no tardó en llegar. En un documento fechado el 15 de octubre, el partido se desmarcó categóricamente de Vallejos:

“Esa decisión responde exclusivamente a una postura personal, sin representar la voluntad ni la posición institucional del Justicialismo”.

El comunicado lamentó las decisiones tomadas “a título individual y con objetivos personales” y advirtió que este tipo de actitudes “debilitan la institucionalidad y confunden a la ciudadanía”, especialmente en tiempos donde la unidad resulta fundamental.

Además, el texto reafirmó que la candidata oficial del PJ es Caren Tepp, quien encabeza la lista Fuerza Patria, el espacio que, según el documento, “expresa los valores históricos del peronismo, la defensa de los trabajadores y la justicia social”.

Reacciones y fracturas internas

El secretario general del PJ departamental, Mariano Enríquez, también fue contundente:

“Éticamente no corresponde; partidariamente hace ruido. Con Enri llegamos hasta acá en lo político”, sostuvo.

Enríquez confirmó que numerosos afiliados pidieron la renuncia de Vallejos como presidente del partido y sostuvo que, de estar en su lugar, él “habría renunciado antes de apoyar públicamente a otro espacio político”.
Pese a la tensión, aclaró que las “puertas seguirán abiertas”, aunque reconoció que Vallejos ya no representa políticamente al justicialismo en Reconquista para buena parte de la militancia.

El llamado final del dirigente fue un intento por contener el desborde:

“Compañeros y compañeras, los invito a seguir trabajando para que Caren Tepp y la lista del justicialismo saquen la mayor cantidad de votos. El partido no es una sola persona”.

La soledad de Vallejos

En el entorno del intendente admiten que el episodio lo dejó “en el ojo del huracán”. Algunos funcionarios evalúan apartarse del gabinete para no quedar atrapados en una disputa que, según definen, “no tiene retorno”. Otros consideran que el jefe municipal está en retirada política, sin chances de volver a competir por la intendencia ni de proyectarse a otro cargo.

Enri sabe que su ciclo está terminado”, confió un excolaborador suyo. “Tiene miedo de los carpetazos y busca refugio político en otros espacios. Pero el costo de esto es altísimo: perdió la confianza del peronismo que lo hizo intendente tres veces”. “El tiro le va a salir por la culata, porque el peronismo en el norte revienta las urnas el domingo”, terminó la expresión de un amigo político del mismísimo Vallejos.

El caso Vallejos no es un episodio aislado, reconfigura el mapa político del norte y deja al intendente en una posición frágil, rodeado de críticas, sin respaldo partidario y con un gabinete en crisis.

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