En seis meses, fueron detenidas 2.200 personas, el Plan Bandera muestra resultados, para el Gobierno, «positivos». Encarcelaron a 56 involucrados en homicidios. Sin embargo, los casos delictivos persisten y profundizan el terrorismo urbano.
Luego de la presentación de los resultados del Plan Bandera aplicado en Santa Fe por parte del gobernador Maximiliano Pullaro y la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, la Provincia informó que, en los primeros seis meses de gestión del mandatario, fueron detenidas 2.286 personas: 100 tenían pedido de captura y 56 estaban involucradas en homicidios.
El territorio santafesino atraviesa una lucha contra la inseguridad y el narcotráfico, con el foco puesto en la ciudad de Rosario, donde desde hace muchos años mandan las bandas criminales que ejercen el terror en la sociedad, y cuyos delitos se multiplicaron durante los últimos meses: en marzo hubo reiterados asesinatos a civiles inocentes que paralizaron la ciudad.
Como respuesta, Provincia y Nación establecieron un programa para fortalecer la seguridad y los primeros datos muestran una baja de hechos delictivos. La Provincia reveló que, en lo que va del 2024, el territorio rosarino registró 52 homicidios en todo el departamento. Se trata de una abrupta caída en comparación con el mismo período del 2023, donde los crímenes cometidos en este mismo territorio fueron 142.
Pullaro y Bullrich reivindicaron la política antinarco en una conferencia de prensa realizada el lunes pasado junto al intendente rosarino, Pablo Javkin, y el ministro de Seguridad provincial, Pablo Cococcioni. La funcionaria sacó a relucir su discurso de mano dura al estilo Bukele y ratificó que hubo una reducción del «60 por ciento en los últimos seis meses» y dijo que los resultados son producto de “acciones determinadas y decididas”, a pesar de haber tenido en el medio una crisis que puso “en jaque” el programa.
La información publicada por el Ministerio de Justicia y Seguridad del Gobierno de la Provincia este domingo, a través de la Policía de Investigaciones (PDI), refuerzan los dichos de la ministra sobre los indicadores «positivos» de las políticas en materia de seguridad pública, quien afirmó que, los jefes de las bandas criminales, «se quedaron sin poder» en las cárceles, ya que «no hablan más por teléfono y no tienen ninguna posibilidad de transmitir órdenes desde las celdas«.
El informe muestra que, entre la Dirección Operativa de Investigación, la Dirección de Inteligencia Criminal Estratégica y la Agencia de Investigación de Trata de Personas y Violencia de Género de Santa Fe, registraron 10.289 investigaciones del fuero provincial y 351 del fuero nacional. En ese marco, realizaron un total de 2.141 allanamientos y 814 requisas, y se aprehendieron 119 menores de edad, dos de los cuales eran requeridos por homicidio.
En ese sentido, Cococcioni valoró que «el balance de este primer semestre es muy alentador» y sostuvo que, «al comenzar la gestión, pasamos a un modelo más centralizado para que la Policía de Investigaciones tenga mayor efectividad en la lucha contra el delito”.
«Tenemos cifras consolidadas en materia de índices de homicidio y de derivación de heridos de arma de fuego a hospitales que confirman que estamos reencauzando los indicadores de violencia hacia parámetros de mayor normalidad«, destacó el ministro.
Seguridad en Santa Fe: resultados «positivos», realidad cruda
Durante el acto en el destacamento móvil que tiene Gendarmería Nacional, Pullaro manifestó que su Gabinete trabaja «con estrategia y táctica» y, en relación con la situación de violencia extrema que vive su territorio, enfatizó: «Estamos cansados de que en la Argentina nos digan que los delincuentes, los narcos y los asesinos son víctimas de este sistema”.
A su vez, expresó que los grupos criminales terroristas «pretendieron quebrar las decisiones» que habían tomado el gobierno de Santa Fe junto al Gobierno nacional, ya que buscaban «debilitar el poder constitucional y obligarnos a negociar».
Sin embargo, la «bukelización» es una carta del Gobierno que utiliza a favor del sálvese quien pueda. Si bien los resultados parecen alentadores, otro dato contundente demuestra el terrorismo urbano en la Provincia: cada día, entre cuatro y cinco personas quedan tras las rejas.
El flujo de internos e internas entre el adentro y el afuera es lento. La población carcelaria se alimenta de una manera exagerada. Así lo visibilizó la secretaria de Asuntos Penitenciarios, Lucía Masneri, quien explicó en Radio 2 que, «cada mes, se externan unos 100 presos por cumplimiento de pena y entran unos 900 nuevos presos”.
Para Masneri, “el número siempre va para arriba” cuando se habla de personas que ingresan en el sistema carcelario. A pesar de que la tasa de homicidios disminuyó, los casos delictivos persisten y agigantan la ola de agresividad que se percibe en las calles.