Referentes de Amsafé y Sadop, los gremios docentes de Santa Fe, se mostraron preocupados por el sistema de vouchers educativos que propone el candidato presidencial de La Libertad Avanza, Javier Milei, y plantearon sus posturas críticas .
Javier Milei, el candidato presidencial de La Libertad Avanza, colocó en el debate público algunas de sus propuestas en el caso de que sea electo en las generales del 22 de octubre. Una de sus ideas, que más repercusiones causó, fue la de implementar un sistema de vouchers educativos.
El sistema de vouchers que propone el economista liberal está relacionado a la implementación de una lógica de mercado en la que la financiación de la educación pública se destina a la demanda (los alumnos) en lugar de la oferta (los establecimientos educativos). Así, según explica Milei, las instituciones «competirán y serán más eficientes» y, en caso contrario, «van a quebrar y van a ser absorbidas por las que sí son eficientes y elige la gente».
Ante la mencionada propuesta, Amsafé y Sadop, fueron quienes pusieron en duda la implementación del sistema planteado por Milei y mostraron su preocupación ante el mismo.
Rodrigo Alonso, secretario general de Amsafé, consideró que el sistema que pretende llevar adelante Milei «no tuvo resultados» en los lugares que se ha aplicado: «No solamente que no tuvo resultados, sino que es un sistema que entiende a la educación como una mercancía, que entiende a la educación solamente accediendo en caso de tener recursos».
«En un establecimiento educativo que tiene pocos alumnos no habría recursos para pagarles a los docentes», alertó Alonso e insistió en que el sistema consiste en «pensar a la escuela como una empresa», algo de lo cual difieren: «Nosotros tenemos una percepción de la educación como un derecho y por eso hemos peleado mucho para que con la Ley de Educación Nacional, la educación sea considerada como un derecho social, en donde todos tengamos acceso, de manera gratuita y profundizar procesos de enseñanza-aprendizaje».
En esa línea, el dirigente gremial se preguntó: «¿Qué va a pasar con una escuela de barrio o rural que tiene pocos alumnos? ¿Cómo se va a sostener? No se va a poder sostener y esos derechos que tienen los alumnos de recibir educación, no los va a poder cumplir».
«Esto va a impactar negativamente por la visión que se tiene de la educación como competencia. Nosotros no entendemos a la educación como una competencia, la entendemos como un derecho y a la escuela como el lugar donde uno va a construir conocimiento. Uno no está compitiendo contra otro o una escuela contra otra escuela», sostuvo.
Finalmente, Alonso hizo hincapié de que el sistema de vouchers «también perjudica a los trabajadores y trabajadoras porque muchos puestos se van a perder, donde el salario va a estar atado ya no a una discusión paritaria, sino a lo que la escuela pueda recaudar y abonar. Vemos con muchísima preocupación estas ideas que rompen una visión de educación que tiene la República Argentita y que es un orgullo, como la escuela pública».
Los vouchers de Milei en las escuelas privadas
Por su parte, el secretario general de la Seccional Rosario del Sindicato de Docentes Privados (SADOP), Martín Lucero, expresó: «Primero, hay que aclarar que el sistema de vouchers no es un modelo educativo, es un modelo económico aplicado a la educación».
El sistema «subsidia a la demanda en lugar de cumplir la obligación del Estado de proveer educación obligatoria a todas las escuelas», explicó el dirigente gremial y señaló: «Lo que se busca es invertir menos en educación y por eso el sistema de vouchers requiere que la educación primaria y secundaria no sean obligatorias, para poder ajustar sobre el sistema, para que el Estado tenga que gastar menos plata en educación».
«Supuestamente, esto va a generar que los colegios compitan entre sí para tener mayor cantidad de alumnos y así sostenerse en el tiempo; pero aquellos colegios que no consigan la cantidad de alumnos suficientes van a tener que cerrar porque no se van a poder sostener. Este tema de la competencia, de libre mercado y sin intervención del Estado ha fracasado en la mayoría de las ramas de economía y en la educación es inaplicable», sentenció.