La Asociación de Transportistas de Personas con Discapacidad de Santa Fe se declaró en estado de alerta. Argumentan que no pueden sostener el servicio por las subas del combustible y otros insumos, al tiempo que le piden a los gobiernos nacional y provincial un reajuste arancelario
Los transportistas que trabajan con personas con discapacidad anunciaron que interrumpirán el servicio por tiempo indefinido a partir del 1º de enero de 2024, hasta que los gobiernos nacional y provincial les autoricen un “reajuste arancelario” para hacer frente a las subas del combustible y otros insumos.
Así lo expresó Pablo Bolego, presidente de la Asociación de Transportistas de Personas con Discapacidad de Santa Fe (Atraes): «Se hace imposible seguir con el servicio ante el brutal aumento del combustible y otros insumos».
El referente del sector sostuvo que “es el peor momento de la historia del servicio de transporte para personas con discapacidad” y recordó que durante todo el 2023 transitaron “situaciones adversas” en las que, pese a la inflación, los incrementos fueron al mismo ritmo y no por encima.
“Pero en esta oportunidad claramente la situación es mucho más grave. Este aumento del combustible empuja claramente al corte del servicio”, expresó con indignación.
Bolego advirtió que, si no hay una modificación del arancel, no podrán salir a trabajar a partir de enero.
Explicó que empezaron diciembre trabajando con un valor del kilometraje de 260 pesos y con un valor del litro de combustible de 328, pero que solo en 15 días el primer ítem aumentó a 272 y el de la nafta llegó a 679.
“Esto es inviable, es imposible”, resumió. “Lo que hay es una clara vulneración de derechos. A partir del 1º de enero ninguna persona con discapacidad va a poder disponer de nuestros servicios. Así que estamos en estado de alerta y movilización. Y estaremos en esta situación hasta que se revierta”, reiteró.