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Un «dream team» de escritoras premiadas llevan la literatura argentina al mundo

Por estos días Dolores Reyes, Mariana Enriquez, Camila Sosa Villada, Gabriela Cabezón Cámara, Samanta Schweblin y Claudia Piñeiro recorren Europa, compiten por premios y son leídas y comentadas en el exterior.

Entre traducciones, festivales y premios, una camada de escritoras argentinas, que incluye a Dolores Reyes, Mariana Enriquez, Camila Sosa Villada, Dolores Reyes, Samanta Schweblin y Claudia Piñeiro lograron convertirse en autoras “for export” tras consolidar su obra en el país, una movida que toma envión en estos días con el regreso de las giras promocionales por distintas ciudades europeas, la publicación de reseñas elogiosas en suplementos culturales del mundo y la antesala del prestigioso Booker Prize, que podría contar mañana con la primera ganadora de origen argentino.

«Elena sabe», la novela en la que la escritora Claudia Piñeiro aborda la maternidad y el derecho de las mujeres al dominio sobre sus cuerpos y el peso de los mandatos, quedó seleccionada en la «lista corta» del International Booker Prize que anunciará su ganador en pocas horas más. La obra -que compite con libros de la polaca Olga Tokarczuk, el noruego Jon Fosse y la coreana Bora Chung, entre otros- es el exponente de un fenómeno cada vez más contundente que, en los meses posteriores a lo más álgido de la pandemia, comienza a ser notable: el protagonismo y el reconocimiento de las autoras argentinas traducidas y publicadas en el exterior.

“La Argentina ya está posicionada, estar en esta ´shortlist´, es como apuntalar aún más, porque me parece que es un camino que viene recorriendo la literatura argentina, sobre todo los últimos años con escritoras como Samanta Schweblin, Gabriela Cabezón Cámara, Mariana Enriquez o Ariana Harwicz”, sostuvo Piñeiro, quien se reconoce como parte de ese “dream team”, durante una entrevista con Télam concedida ayer en Londres.

“Elena sabe” fue publicada por Charco Press, fundada en 2016, la única editorial en el mundo anglosajón dedicada a la literatura latinoamericana contemporánea. Nació impulsada por la determinación de romper con la asociación errónea y reduccionista de que todo lo latinoamericano se vincula al realismo mágico y cuenta con un catálogo en el que sobresalen las traducciones al inglés de autores como Gabriela Cabezón Cámara, Ariana Harwicz, Margarita García Robayo, Selva Almada y Jorge Consiglio.

“Charco es una editorial independiente y por lo tanto la shortlist como la longlist tienen un impacto en ventas muy fuerte: el libro de Claudia en particular lleva cuatro reimpresiones. La primera tirada fue de unos 4 mil libros y a partir de ahí hicimos reimpresiones de 1500. Si llegara a ganar, se ampliaría esa tirada. Pero más allá de lo nominal de las ventas, las nominaciones afectan la visibilidad del autor y del libro. A Claudia, una de las autoras más traducidas del mundo hispanohablante, la nominación a la lista corta del Booker le abrió el camino a la traducción en quince idiomas más. Entonces, sirven en ventas, visibilidad y desbloquean los prejuicios que hay sobre elegir un libro ´en traducción´, como se los llama acá”, cuenta la investigadora y traductora Carolina Orloff, la argentina radicada en Edimburgo que como fundadora y directora editorial de Charco elige minuciosamente cada uno de los nuevos títulos, expectante ante el anuncio del Booker.

“El vínculo entre la publicación y la nominación a premios como el Booker es, en definitiva, una lotería. Publicamos determinados libros porque respetamos la ideología del catálogo que construimos, al que los lectores ya miran con expectativa. En el Reino Unido y en el mundo anglosajón el lector muchas veces se suscribe al catálogo anual y recibe todos los libros que se publican. Hay como una confianza ciega en la curaduría del catálogo”, sostiene la editora, quien cree que “la literatura argentina contemporánea ocupa un lugar relevante dentro del catálogo porque es diversa, original y rompe esquemas”.

Impulsadas por sellos independientes en algunos casos, en otros los textos llegan a los lectores anglosajones gracias a traducciones que contaron con el apoyo del Programa Sur, una política de Cancillería para apoyar y “exportar” la obra de los escritores locales.

La premiada narradora Mariana Enriquez recorre por estos días Francia y la semana que viene se presentará en España, la escala final de un tour europeo que también la llevó por Alemania y Noruega, para presentar la reedición de su primera novela, “Bajar es lo peor”. Nominada por “Los peligros de fumar en la cama” en la categoría ficción de Los Ángeles Times Book Prizes, también es la última ganadora del Grand Prix de l’Imaginaire como mejor novela extranjera junto a autores de la talla del Nobel de Literatura Kazuo Ishiguro -quien incluso eligió otro texto de la narradora, «Los peligros de fumar en la cama», como uno de los mejores libros de 2021- con su novela “Nuestra parte de noche” y estará presente en la premiación durante el festival Saint-Malo Etonnants Voyageurs el 4 de junio.

Hace un mes, Enriquez compartió un debate sobre literatura argentina en Oslo con Samantha Schweblin, otra de las autoras argentinas con recorrido internacional que llegó junto a Cabezón Cámara a la lista larga del Booker Prize en 2020. Radicada en Berlín, su novela «Distancia de rescate» fue traducida al inglés y al noruego, y también fue adaptada al cine por Netflix.

Dolores Reyes viajó recientemente a Suecia para presentar “Cometierra” y dio, además, una charla pública en el Instituto Cervantes de Estocolmo. Maximiliano Papandrea, editor y fundador de Sigilo -el sello que publicó el libro- todavía recuerda cuando en la Feria del Libro de 2019 puso los primeros ejemplares de la novela en el stand y se vendían como pan caliente. Los números son impactantes: va por la undécima edición en el país donde vendió 40 mil ejemplares, lleva cuatro ediciones en España y se tradujo a 13 idiomas. “Un fenómeno editorial no se puede prever pero vi cómo Dolores trabajó esa novela durante dos años, la calidad del texto es indudable. Y después de publicada, se ocupó de la difusión de manera artesanal y dedicada. Fue a todos lados”, cuenta Papandrea y sostiene que la salida del texto al exterior fue facilitada por el acuerdo que el sello tiene con la agencia Indent que vende los derechos.

La autora de “Cometierra” -una novela leída, recomendada y reconocida en pandemia- sale ahora al mundo. “Dolores había cerrado muchos viajes que tuvieron que postergarse por la pandemia. Ahora está retomando todos esos compromisos de charlas y festivales. Creemos que este nuevo contexto va a volver a darle fuerza al libro”, cuenta Papandrea.

“Estos días he vuelto a leer, con deleite, a Camila Sosa Villada y me he reafirmado en lo que ya pensaba antes: la suya es la voz más poderosa de la literatura en español actual. Y lo que te rondaré, morena. Qué brava es”, le dedicó en un tuit la escritora española Inés Martín Rodrigo, última ganadora del gran premio Nadal, a la autora de “Las malas”. El reconocimiento de sus pares europeas es solo parte de los días dorados que vive Sosa Villada, quien acaba de viajar a Noruega a presentar la novela. Paola Lucantis, su editora en Planeta Argentina, explica por qué hay un “doble movimiento” que explica el boom. “´Las malas´ se leyó en el encierro pandémico y hoy está saliendo al mundo. Se publicó en Brasil, Estados Unidos, Francia, Italia, Noruega y España y hoy Camila tiene invitaciones por todos lados para presentarla. El éxito de la novela, por otra parte, impacta en la venta de los derechos de su nuevo libro de relatos, al que ya ven como una apuesta segura. Lucantis, quien como editora y amiga sabe que a Sosa Villada viajar al exterior le significa cierto estrés y esfuerzo emocional, cree que estas incursiones necesariamente le darán una proyección a su obra solo demorada por la pandemia.

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