En el marco de la comisión de Legislación del Trabajo, que preside el diputado Martín Tetaz (UCR), referentes del sector analizaron las ventajas y desventajas de reducir la jornada laboral.
Este martes se llevó a cabo una reunión informativa de la comisión de Legislación del Trabajo, que preside el diputado Martín Tetaz (UCR), dónde referentes del sector analizaron las ventajas y desventajas de reducir la jornada laboral.
Juan Etala, representante de la Unión Industrial Argentina (UIA), afirmó que discutir una reducción de horas de trabajo es inoportuno y fuera de contexto, especialmente cuando casi el 40% de los trabajadores son informales. Propuso que cualquier reducción de jornadas debería surgir de los convenios colectivos de trabajo y sugirió incentivar el empleo formal y aumentar la formación profesional, la modificación de la estructura legal de la reducción de la jornada, requiere de un debate responsable con la participación de todas las partes indispensables”, comparó.
Etala sostuvo que “es indispensable generar consensos y no apresurarnos con el tratamiento con presiones coyunturales y tener más confianza, así como tenerle más trascendencia a la autonomía colectiva”, y sumó: “La brecha de productividad y tecnológica que nos separa con los países desarrollados viene siendo cada vez mayor, especialmente tras la pandemia donde otros países implementaron recursos y políticas muy agresivos para avanzar en el nuevo contexto global”.
“Por lo tanto, Argentina debería estabilizar su condición macroeconómica, reducir el empleo informal, generar empleo formal el cual prácticamente no crece desde 2012 y promover incentivos al empleo entre otras medidas antes de discutir una reforma de esta naturaleza”, consideró.
“El contexto del país es de incertidumbre en general. Una situación macro débil, altos niveles de pobreza, informalidad, restricciones externas, y una brecha de productividad y tecnológica que nos separa de los países más desarrollados”, resumió y planteó: “Hoy Argentina lidera la presión fiscal sobre el sector formal, por lo que cambios de este tipo podrían redundar más en incorporar puestos en el sector empleador formal”.
“El principal creador de empleo registrado en los últimos 20 años ha sido del sector público cuando habría que fomentar el potencial del sector privado para crear empleo de calidad, productivo y que responda a las nuevas tecnologías”, planteó.
A su vez, señaló: “Quienes han presentado iniciativas sostienen que con una menor jornada se mantiene o mejora la productividad. Estas afirmaciones son meramente voluntaristas y desprovistas de todo fundamento técnico”.
En ese sentido, explicó que “bajar la jornada legal manteniendo las remuneraciones implica un inédito descenso de la productividad. Si reducimos la jornada de 8 a 6 horas, la producción debería incrementarse por lo menos en un 33%. Y si la productividad no compensa el incremento de costos que ello generará implicará necesariamente un sustancial aumento de los precios de los productos en un contexto inflacionario y una pérdida de competitividad”. Etala cuestionó que al ser un tema “de gran trascendencia” no haya sido precedido por “un diálogo social tripartito para una discusión “adecuada” obre todas las alternativas y efectos de la norma.
El profesional cuestionó que al ser un tema “de gran trascendencia” no haya sido precedido por “un diálogo social tripartito para una discusión “adecuada” obre todas las alternativas y efectos de la norma.
Finalmente, el representante de la UIA dejó en claro la propuesta de la entidad: “Desde la UIA proponemos la creación de empleo formal reduciendo la presión fiscal sobre el sector empleador dictando normas que fomenten la contratación de empleados en blanco, simplificando los tributos locales y nacionales, combatiendo la extrema litigiosidad en las relaciones de trabajo. Proponemos aumentar la participación de trabajadores en programas de formación profesional. Que la reducción de jornadas surja de convenios colectivos de trabajo”, explayó.
Por el contrario, Pablo Anino, economista, docente universitario y columnista de El Círculo Rojo e Izquierda Diario, se manifestó a favor de la reducción de horas laborales. Anino considera justa una jornada de 6 horas diarias sin reducción salarial.
Desde el Instituto de Derecho Social de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad Nacional de La Plata, Eduardo Curutchet planteó la posibilidad de reducir las horas de trabajo sin afectar la producción, gracias a los avances tecnológicos. Además, se preguntó si el Congreso debería reducir proporcionalmente la jornada laboral en el contexto actual.
«La producción se incremento un 106% desde los años 50 y la jornada no se redujo ni un minuto», aseguró.
Finalmente, el titular de la Comisión, Martín Tetaz (UCR), informó que el debate legislativo sobre la reducción de horas de trabajo continuará la semana que viene.