Estos datos surgen de los informes «Estadísticas Vitales 2021» y «Exceso de mortalidad 2020-2021» que fueron presentados por el Ministerio de Salud
El exceso de mortalidad para el bienio 2020-2021, es decir la diferencia entre las muertes efectivamente producidas y lo esperado a partir de lo sucedido los cuatro años anteriores, fue del 18.2% y esa brecha se explica fundamentalmente por la pandemia de Covid-19, según informó este martes el Ministerio de Salud.
En el desagregado por año se puede ver que la mayor proporción de muertes en exceso se produjo en 2021, cuando fallecieron 432.242 personas; es decir, se produjo un 26.3% de decesos (89.901) por encima de lo esperado en función de lo que había ocurrido entre 2015 y 2019, período para el cual se habían producido entre 337.091 y 342.341 muertes anuales.
En tanto, durante el primer año de pandemia el exceso de mortalidad había sido de sólo 9.8%, configurándose un exceso total de 18,2% para el período 2020-2021, “uno de los registros más bajos de América Latina”, afirmó la cartera en un comunicado.
“Nosotros consideramos que el número total de muertes en exceso se deben a Covid 19”, dijo la directora nacional de Epidemiología e Información Estratégica Analía Rearte durante una reunión con periodistas.
El mayor exceso de mortalidad tuvo lugar en el primer semestre (40% de muertes adicionales), cuando se produce la segunda ola de Covid-19 por la introducción de variantes de mayor transmisibilidad y gravedad, para descender luego al 9,3% de defunciones no esperadas durante la segunda mitad del 2021.
Estos datos surgen de los informes “Estadísticas Vitales 2021” y “Exceso de mortalidad 2020-2021” que fueron presentados hoy por el Ministerio de Salud, donde queda evidenciado cómo el Covid-19 desplazó a otras enfermedades como principal causa de muerte, a similitud de lo ocurrido en otros países de la región.
“En 2021, a diferencia de lo que nos pasó en 2020, el Covid 19 fue la primera causa de mortalidad (en términos generales), seguida por enfermedades de corazón, influenza y enfermedades cerebrovasculares”, aseguró Rearte.
No obstante, la funcionaria explicó que el coronavirus no tuvo la misma performance en todos los grupos etarios, y mientras “fue la principal causa de mortalidad en los grupos de 25 a 74 años”, descendió al segundo lugar “en el grupo de 75 y más”.
“En números absolutos y en tasa de mortalidad, se confirma que los mayores de 50 años son los que más carga de mortalidad tuvieron, pero cuando vamos a ver por grupos de edad, el impacto fue proporcionalmente más alto entre los jóvenes”, dijo Rearte.
El exceso de mortalidad registrado en 2021 en Argentina fue sensiblemente más bajo que la mayoría de los países de la región, como Brasil (34,3%), Ecuador (35,3%), México (42,6%), Colombia (44,2%), Paraguay (55,2%), Bolivia (57,9%) y Perú (60,9%), según los datos de Our World in Data (que recopila información de fuentes oficiales).
“Nosotros en 2020 fuimos uno de los países que menor exceso de mortalidad tuvimos porque las medidas sanitarias implementadas fueron muy efectivas, con cifras comparables a algunos países de Europa”, dijo Rearte.
“Y en 2021, a pesar de que el primer trimestre fue muy fuerte, quedamos entre los países que menor exceso de mortalidad de América Latina gracias a la vacunación que alcanzó al 80% de los mayores de 50 años vacunados con al menos un dosis”, dijo Rearte
Si se toma en consideración todo el bienio, el exceso de mortalidad registrado en Argentina es apenas superior al de Chile (17,3%) y sigue siendo significativamente más bajo que el alcanzado por otros países de Latinoamérica como Brasil (24,3%), Paraguay (31,8%), Colombia (32,9%), México (41,1%), Ecuador (43,9%), Bolivia (50,1%) y Perú (55,3%).
Para calcular el exceso de mortalidad no se utilizan los datos del Sistema Nacional de Vigilancia de la Salud (SNVS) sino los de las estadísticas vitales que se confeccionan a partir de la causa de muerte registrada en cada uno de los certificados de defunción, datos que son consolidados y enviados anualmente por cada una de las jurisdicciones.
“Después lo que se puede hacer es comparar esos valores y si esa diferencia de registro es poca – como ocurrió- quiere decir que el sistema de vigilancia fue sensible, robusto, transparente y oportuno aunque no es exactamente coincidente”, dijo la ministra Carla Vizzotti.
En ese sentido, Rearte aportó que “según una investigación publicada en The Lancet que compara muertes en exceso con muertes explicadas por Covid, a nosotros ese ratio nos dio 1.2, mientras que en otros países el subregistro fue mucho más alto” como es el caso de Japón con una razón de 6, México con una 2 o España con 1.7 “y la OMS calcula que hubo tres veces más muertes que las registradas a nivel global”.
“Desde el primer día, se tomó la decisión con todas las jurisdicciones de que los casos y las muertes por Covid-19 se reportarían a través del Sistema Nacional de Vigilancia de la Salud”, explicó la titular de la cartera sanitaria, Carla Vizzotti.
“Para eso fue necesario fortalecer el sistema para que la información fuera lo suficientemente sensible y oportuna como para guiar la toma de decisiones, y que los equipos técnicos pudieran medir los impactos de esas decisiones. Así, pasamos de 4.000 a 20.000 usuarios. Con el rol rector del ministerio, se trabajó en conjunto con todas las jurisdicciones y gracias al compromiso de todas ellas hoy podemos presentar estos resultados”.
El impacto de la pandemia también se observó en el aumento de la mortalidad materna: en 2021 esa tasa fue de 7,4 mientras que el año anterior había sido de 4,1 por cada 10 mil nacidos vivos.
De las 393 muertes maternas registradas en ese año, 220 (56%) corresponden a personas gestantes que fallecieron debido a Covid-19 durante el embarazo, parto o puerperio.
Cuando se desagregan los datos, se observa que el incremento de la tasa de mortalidad materna se explica principalmente por la Covid-19 (80%) dentro de las llamadas causas obstétricas indirectas; mientras que las defunciones maternas por causa directa (complicaciones obstétricas en el embarazo, parto o puerperio) se redujeron con respecto al 2020.
“Si se excluye Covid, la tasa de mortalidad materna se mantiene e incluso disminuye en relación a los años previos, pero como nosotros monitoreábamos esta situación, pudimos incluir a las embarazadas como grupo prioritario de vacunación”, contó Rearte.