«Así como hay incentivos, no se puede permitir que hagan trampa»
La pauta de aumento mensual es del 3,2 por ciento hasta finales de junio y el acuerdo incluye a sectores como indumentaria y calzado, celulares, pequeños electrodomésticos, educación, motos y medicamentos. Habrá un nuevo sistema de control online sobre las empresas participantes.
En un acto con presencia sindical, empresarial y de varios intendentes del conurbano bonaerense, el ministro de Economía, Sergio Massa, presentó la nueva etapa del programa Precios Justos, que contempla una fuerte ampliación de la cobertura del control de precios y una pauta de incremento mensual del 3,2 por ciento hasta finales de junio. El nuevo esquema involucra a sectores como indumentaria y calzado, celulares, pequeños electrodomésticos, educación, motos y medicamentos. Es una de las mayores apuestas oficiales para domar la inflación, que es récord en los últimos 32 años y constituye el principal problema político-económico en este año.
«Nadie en este acuerdo se tiene que hacer trampa. Algunas empresas limitaron la oferta de los productos en las góndolas planteando que no tenían abastecimiento en la cadena de valor. Así como alguna vez dijimos que no podíamos permitir que haya empresas que subfacturan o sobrefacturan importaciones o exportaciones, tampoco podemos permitir que el acceso a beneficios públicos no termine redundando en el beneficio del consumidor o del ciudadano. El esfuerzo lo tenemos que hacer entre todos evitando picardías. Así como ponemos incentivos, también tenemos que dejar al desnudo a aquellos que le hacen trampa al Estado», advirtió Massa en su discurso.
El ministro resaltó la necesidad de bajar la inflación para mejorar el poder adquisitivo del salario, respaldó a los intendentes que asistieron a la presentación y también tiró guiños a la UIA, con menciones a la carga impositiva que tienen los productos. Asimismo, destacó que ahora Precios Justos incluye las cuotas de los colegios privados.
Massa busca tratar de moderar las expectativas inflacionarias, que están todavía bastante por encima de la línea que busca instalar el oficialismo. De hecho, se espera que la inflación de enero se ubique entre el 5 y el 6 por ciento.
El Gobierno incorporó a Precios Justos un nuevo esquema de incentivos que consiste en la oferta de créditos a tasa subsidiada para las empresas participantes, que se suma a la promesa de la agilidad en la gestión de las importaciones. Además, sumó un sistema más robusto de control online de precios.
En la presentación del acuerdo, Massa sacó pecho al recordar que a mediados del año pasado, cuando asumía le jefatura de Economía, muchos analistas no descartaban el escenario de la hiperinflación y de la salida anticipada del Gobierno. Eso no sucedió, aunque Massa sabe muy bien que con los actuales niveles de inflación, récord desde 1991, es insostenible un proceso de mejora de la distribución del ingreso.
El acuerdo
Precios Justos fue lanzado en noviembre pasado. Contempló el congelamiento de los precios de 1788 artículos de consumo masivo hasta marzo, con la participación de 102 empresas de todo el país. Además, las compañías se comprometieron a no subir los precios de los productos no incorporados al listado oficial por encima del 4 por ciento.
El Gobierno se adelantó al cierre de aquel convenio y redobla la apuesta. Esta nueva etapa incluye 50 mil artículos de todo tipo de categorías de consumo que aumentarán 3,2 por ciento mensual en promedio. Dentro de este paquete se incluye indumentaria, calzado, hogar y construcción, celulares, pequeños electrodomésticos, educación, canasta escolar, insumos industriales, textiles, motos, bicicletas, medicamentos y venta por catálogo. En el acuerdo, que se extenderá hasta el 30 de junio, participan más de 480 empresas productoras y comercializadoras.
Por otro lado, sigue en pie la lista de casi 2 mil productos cuyos precios quedaron fijos al ingresar al programa, en noviembre. Sin embargo, ahora la idea es que dichos artículos puedan salir y entrar de acuerdo a las necesidades de las empresas. En este punto será muy importante que el Gobierno tenga estrecho control de la situación para evitar fuertes subas de precios en artículos que luego entran al «congelamiento», así como los incrementos desmedidos en aquellos bienes que salen del listado.
«Este programa pretende dar dos certezas hacia el 86 por ciento de los productos que consumen los argentinos: la primera es que hay casi 50 mil productos que del 1 de febrero al 30 de junio van a aumentar sólo 3,2 por ciento mensual. Una segunda certeza que es que hay 2 mil productos que van a seguir teniendo precios fijos», resumió Massa.
El secretario general de la CGT, Héctor Daer, dijo que «tenemos que ir en contra de la inflación y por eso acompañamos esta iniciativa. Es necesario aumentar el poder adquisitivo del salario y aplanar en una pendiente este proceso inflacionario». En tanto, el titular de la UIA y de la Copal, que reúne a las empresas alimenticias, Daniel Funes de Rioja, señaló que «estamos trabajando en conjunto con el Ministerio y buscamos lo mismo, aunque no siempre coincidamos».
Premios y castigos
El manejo de toda la botonera de la política económica es una característica que distingue a la gestión de Massa en relación a su antecesor, Martín Guzmán. El actual ministro negocia con las empresas con un amplio abanico de cartas en la mano.
«Esta segunda etapa tiene más premios y más castigos. Gran parte de la cadena de valor de la industria de la alimentación y de los sectores de higiene personal y limpieza, en el complejo de producción, van a tener un programa de crédito para el aumento de producción de bienes de capital. El Estado pone además, de un régimen acelerado al mercado único y libre de cambios para garantizar los bienes intermedios en la producción la posibilidad de financiarse a tasas subsidiadas», explicó Massa.
Panel de monitoreo
«La fase de verificación del acuerdo necesitaba incorporar herramientas nuevas. Por eso nos sentamos con Arsat y con Amazon y nos pusimos a desarrollar un sistema de monitoreo absolutamente único, que no es para uso del público en general sino para utilización del Estado. Nos permite saber los precios que tiene cada producto en cada sucursal», explicó el secretario de Comercio, Matías Tombolini. Dicho sistema se va a complementar con un monitoreo de los precios web, para el comercio online.
De acuerdo a la información suministrada por el Gobierno, el panel de monitoreo procesa 15 millones de datos diarios sobre el cumplimiento del programa por rubros, categorías y subcategorías. Permite elaborar un ranking de proveedores y comercializadoras según nivel de cumplimiento y brinda información detallada y geolocalizada por provincia. Es un software de control de los precios «en tiempo real». Por otro lado, Tombolini detalló que en enero se realizaron 2164 inspecciones físicas por parte del personal de la Secretaría de Comercio.
Al respecto, Massa dijo que está el «desafío de resolver ese temor que presenta en algunos la idea de que la verificación o el control es malo. Veían algún chaleco de algún municipio, un sindicato, en un supermercado y enseguida algunos entraban en pánico, cuando en realidad lo que estaban haciendo es verificar. Para aquellos que no les gustan las verificaciones físicas, implementamos un sistema de verificación de 15 millones de datos por día online. Esto nos permite ver todos los días todo el movimiento en todo el país, así a nadie le molestan los chalecos de verificación».
La mención al «pánico al chaleco» tiene que ver con la reacción empresarial ante el control en los supermercados que realizaron en enero organizaciones sociales. De modo que es esperable que el control online reemplace a buena parte de las verificaciones físicas, que sólo aparecerían posterior a las detecciones que provengan del sistema de datos.