El presidente de la Cámara de la Construcción se quejó de las más de tres mil obras paralizadas y la deuda del Estado con las empresas: «El gobierno posterga el pago porque les viene bien la licuación».
Las obras públicas se redujeron un 70% y unos 3.000 proyectos fueron paralizados en todo el país desde la asunción del actual Gobierno. Esta situación golpeó de lleno en el rubro de la construcción.
Desde la Cámara de la Construcción mostraron su preocupación ante la dramática situación. Y en la Convención Anual del sector, el presidente de la Cámara Argentina de la Construcción (CaMarCo), Gustavo Weiss se encargó de remarcarle al propio Caputo, presente en el lugar, que “nuestra situación empeoró con este Gobierno”. Y completó: “No creo que haya reactivación, el 2024 está perdido”.
Además, el titular de la CaMarCo puso sobre la mesa la deuda acumulada por parte del Estado. Se trata de 3.500 obras paralizadas, básicamente de rutas y viviendas, por la deuda que mantiene el Estado con las empresas constructoras que superan los $ 400.000 millones, correspondientes a los meses de septiembre, octubre y noviembre del año pasado.
«Hubo pagos esporádicos pero el grueso de esa suma, aún está pendiente y con riesgo de licuarse por la inflación«, insistió el dirigente.
Las críticas del empresario no son nuevas, ya que hace dos meses había alertado por la cantidad de puestos de trabajo que se perdieron en el sector. “Hemos perdido 100 mil puestos de trabajo, probablemente perdamos más en el futuro. Hay muchas empresas muy complicadas, algunas en riesgo de quiebra. No se puede pasar de facturar 100 a 0”, definió Weiss.
Por su parte, el ministro de Economía, Luis Caputo, remarcó durante el encuentro con empresarios que de continuar por este camino «al final del mandato se habrá reducido el 90 por ciento de los impuestos que hay hoy en la Argentina». «Los devaluadores seriales creen que la única forma de conseguir competitividad es devaluando, pero el camino es bajar la carga impositiva fuertemente
Respecto de la obra pública, explicó que el freno vino porque la prioridad era llegar al equilibrio, para ganar esa confianza que hoy les hace valer con los cinco meses de superávit.
Además, detalló: «Recibimos 2.700 obras, el 77% eran obras por convenio y obras menores. Cordón cuneta, techo de una pileta, baños en un cementerio. Nación tiene que hacer obras de infraestructura importante que sirvan al desarrollo, no un cordón cuneta», afirmó Caputo.