Así lo confirmó el ministro de Trabajo de Santa Fe, Roald “Coco” Báscolo. En este contexto adverso, el gobierno de Santa Fe está llevando a cabo mesas tripartitas con cámaras empresariales y gremios para evaluar la situación y buscar medidas que mitiguen el impacto de la crisis
La provincia de Santa Fe no es ajena al embate de la crisis económica que azota a Argentina. La actividad económica continúa en declive, impactando directamente en el mundo laboral y generando creciente preocupación entre los trabajadores.
Según datos proporcionados por el ministro de Trabajo de Santa Fe, Roald “Coco” Báscolo, hasta el momento se registraron 10.000 suspensiones en todo el territorio provincial. Este preocupante número, distribuido en 60 empresas de diversos rubros, representa una realidad alarmante en un contexto donde el empleo se vuelve cada vez más frágil.
Báscolo señaló que estas suspensiones, que se extendieron desde el mes de noviembre, son una medida que las empresas adoptan con el objetivo de mantener los puestos de trabajo, evitando despidos masivos. Sin embargo, advirtió que si la situación económica no mejora, los despidos podrían convertirse en una realidad inminente.
El ministro explicó que las suspensiones se realizan mediante acuerdos entre empleadores y trabajadores, donde se recurre primero a medidas como la eliminación de horas extras, adelanto de vacaciones y reducción de turnos antes de solicitar la suspensión. Estas medidas temporales suelen tener una duración de tres meses, con posibilidad de renovación sujeta a evaluación.
A pesar de la gravedad de la situación, hasta el momento no se ha registrado un alto número de despidos en la provincia. Las pequeñas y medianas empresas son las más vulnerables, mientras que las grandes empresas cuentan con una mayor capacidad para enfrentar la crisis debido a su solidez financiera.
El sector metalúrgico es uno de los más afectados, aunque aún no se refleja en despidos significativos debido al valor que se le otorga a la mano de obra altamente especializada. Sin embargo, las señales de deterioro son evidentes, y el riesgo de despidos no puede descartarse.
En cuanto al sector de la construcción, si bien ha experimentado una pérdida considerable de puestos de trabajo a nivel nacional, en Santa Fe la situación es relativamente mejor debido a la continuidad de obras privadas y el impulso de proyectos de obra pública por parte del gobierno provincial.
En este contexto adverso, el gobierno de Santa Fe está llevando a cabo mesas tripartitas con cámaras empresariales y gremios para evaluar la situación y buscar medidas que mitiguen el impacto de la crisis en el empleo y la economía provincial.